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MELENDO FOTOGRAFIA

Corpus Christi

Festividad de gran relieve en Aragón, de modo especial bajo los monarcas de la casa de Austria, ya que en la capital del reino concurrían las autoridades principales.

En este día los jurados de Zaragoza iban a recoger las reliquias («cabezas») del monasterio del Carmen y las de Santa Engracia, llevándolas a La Seo. Una vez allí, el mayordomo de la ciudad entregaba al virrey, al gobernador, al zalmedina y al racional velas, así como a los jurados, jueces de la Audiencia y corte del Justicia. El jurado quinto ponía en orden los gremios -siempre en conflicto por el deseo de ocupar lugares destacados- en la Frenería, y una vez que pasaba la custodia, se sumaba este jurado a los otros en la procesión.

Con los Borbones, perdió la fiesta su antiguo tono cortesano, puesto que se limitó a una actividad puramente municipal, aunque con el mismo predicamento popular: seis regidores se encargaban, la víspera, de ir a recoger las reliquias a Santa Engracia, y llegado el día se efectuaba la procesión protagonizada por el Ayuntamiento. Una vez terminada, el mayordomo de la ciudad, «por ser tiempo caluroso», preparaba a los regidores «orchata y agua de canela, con vizcochos, chocolate y dos libras de dulces para cada uno». En 1711, los nuevos soberanos, con su corte, decidieron protagonizar el acto, prohibiendo a los munícipes zaragozanos su asistencia.

fuente; Gran Enciclopedia Aragonesa, on line

1 comentario

amigoplantas -

Nos gusta la fiesta, y nos gustan las florecicas y las alegrías de morrico fino

Con cortesanos y munícipes varios, o igualmente sin ellos