Iglesia de San Felipe
La actual iglesia de San Felipe y Santiago el Menor se comienza en 1686, tras derribar la anterior por quedar demasiado pequeña ante el aumento de la población de la parroquia. En el impulso de las nuevas obras desempeña un papel fundamental la familia de los marqueses de Villaverde cede el solar para la ampliación de la iglesia y ayudan con generosas aportaciones económicas.
Al exterior, la portada presenta una composición llena de plasticidad y movimiento, que parece anticiparnos el rico baldaquino interior. Sobre las columnas salomónicas se sitúan las figuras de los dos titulares, San Felipe y Santiago el Menor, y entre ambos un relieve eucarístico con el emblema de la cofradía de la Minerva, que tiene su sede en esta iglesia; la imagen de Santa Elena corona en lo alto la portada.
La puerta de acceso a la iglesia, fue en su día de la Basílica del Pilar y trasladada posteriormente a su actual emplazamiento.
En el interior destacan la armonía y riqueza de su espacio. Su planta, habitual en las iglesias zaragozanas de esta época, es de tres naves, con un atrio a los pies sobre el que se asienta el coro. Por su gran calidad, hay que señalar la serie de nueve apóstoles que flanquean la nave central y nos conducen hacia el altar, configurando el espacio-camino característico de los templos barrocos; estas imágenes son obra del escultor zaragozano José Ramírez de Arellano, autor también del magnífico púlpito dorado, del Retablo Mayor y de las puertas laterales con relieves eucarísticos.
El Altar Mayor es un baldaquino que sigue el modelo creado por Bernini para San Pedro el Vaticano. Las columnas salomónicas de mármol negro de Calatorao enmarcan las imágenes de San Felipe y Santiago el Menor; el conjunto se completa con las figuras de cinco Virtudes: Caridad, Esperanza, Fortaleza, Justicia y Fe.
2 comentarios
39escalones -
Un saludo
Magda -